¿Por qué importa en la universidad?
Cada año, más de 30.000 personas sufren una parada cardiaca repentina fuera del hospital en España. la mayoría de estas situaciones se producen en lugares públicos y cotidianos: una calle, una oficina, un gimnasio… o incluso un aula universitaria. De ahí nace la importancia de un concepto clave en salud pública: la cardioprotección.
¿Qué es la cardioprotección?
La cardioprotección es un conjunto de medidas orientadas a prevenir, detectar y actuar de forma eficaz ante una emergencia cardiaca, especialmente una parada cardiorrespiratoria.
No se trata solo de tener un desfibrilador cerca, sino de contar con los recursos humanos, técnicos y organizativos necesarios para salvar vidas en los primeros minutos críticos.
¿Por qué es tan importante la cardioprotección?
Cuando una persona sufre una parada cardiaca, cada minuto sin actuar reduce sus posibilidades de supervivencia un 10%. Es decir: tras 10 minutos sin ayuda, las posibilidades de sobrevivir son prácticamente nulas. Por eso, actuar rápido marca la diferencia entre la vida y la muerte.
La cardioprotección busca que, si ocurre una emergencia, haya personas formadas y equipamiento disponible para actuar inmediatamente mientras llegan los servicios de emergencia.
¿Qué implica ser una zona ?
Un espacio cardioprotegido implica:
- Desfibriladores (DEA | DESA) accesibles en zonas estratégicas. Son dispositivos que analizan el ritmo cardiaco y, si es necesario, aplican una descarga eléctrica para restablecerlo.
Deben estar instalados de forma que se posibilite que al menos al 75% de las potenciales personas usuarias de dichas instalaciones se les pueda aplicar la desfibrilación en un tiempo no superior a 3 minutos.
- Personal formado en Soporte Vital Básico (SVB) y uso del DEA. Esto incluye técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP).
- Mantenimiento adecuado, para que el equipo esté operativo en todo momento.
- Señalización visible y protocolos de actuación ante emergencias, para que cualquier persona sepa dónde está el desfibrilador y saber cómo actuar.
¿Y en la universidad?
El entorno universitario está lleno de vida, movimientos y personas de todas las edades. Aunque asociamos las emergencias cardiacas con personas mayores, la parada cardiaca puede ocurrir también en jóvenes, deportistas o personas aparentemente sanas, a causa de arritmias, malformaciones no diagnosticadas o accidentes.
Por eso, universidades como la de Córdoba están apostando por convertirse en entornos seguros, donde no solo se aprende, sino también se protege la vida.
Y así lo certifica la Junta de Andalucía, a través de la Consejería competente en materia de Salud, desde marzo de 2017, declarando todos los edificios y campus de la Universidad como “zona cardioasegurada”.