Así se prepara la comunidad universitaria de Córdoba ante una parada cardiaca. A veces, la diferencia entre perder a alguien o salvarle la vida no está en un médico. Está en un estudiante, un conserje, un profesor o un compañero de clase que sabe qué hacer cuando el corazón de otra persona se detiene. En la Universidad de Córdoba, esta idea ya no es teórica: la comunidad universitaria está entrenándose para actuar. Porque si una parada cardiaca sucede en el campus, y puede suceder, no hay tiempo para improvisar.
EL reto es estar listos antes de que pase
Una parada cardíaca no avisa. Puede afectar a una persona joven o mayor, sana o con antecedentes. Puede pasar en medio de un examen, durante una actividad deportiva o mientras alguien espera el autobús.
La pregunta no es “¿y si pasa?”. La pregunta real es: ¿sabemos qué hacer cuando pase?
Formación en SVB y uso del DEA es esencial
La UCO ha entendido que no se trata solo de tener desfibriladores en sus instalaciones, sino de que la gente sepa utilizarlos. Por eso, se está promoviendo activamente la formación en Soporte Vital Básico (SVB) y uso de DEA entre el personal docente y el PTGAS.
En estas sesiones, los participantes aprenden:
- A reconocer una parada cardiaca
- A realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) de calidad
- A actuar con rapidez y seguridad mientras llega la ayuda médica
- A usar un desfibrilador externo semiautomático de forma correcta
Son cursos muy prácticos y con un enfoque realista. En apenas unas horas, cualquiera persona puede adquirir las habilidades básicas para intervenir en los primeros minutos, que son los más decisivos.
Además, esta formación ayuda a perder el miedo. Saber cómo actuar genera confianza, y eso marca la diferencia cuando hay una vida en juego.
Un campus que responde
Hoy, en los campus de la UCO, hay desfibriladores, pero igual o más importante aún, es que hay personas que saben usarlos.
La UCO no lo hace por obligación. Lo hace porque entiende que una universidad también debe cuidar. No solo transmitir conocimiento, sino formar para la vida. Y, a veces, para salvarla.