Page 67 - Geopolítica del Mundo Actual. Una Visión Multidisciplinar
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GEOPOLÍTICA DEL MUNDO ACTUAL. UNA VISIÓN MULTIDISCIPLINAR:
Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos
vehicula por diversos dispositivos, a menudo, visuales que conservan la reminiscencia de un pretérito presente. La trasmisión de un pasado suele enfrentarse a diversas dificultades que cobran importancia en contextos de hechos traumáticos y vulneraciones de derechos humanos no resueltos cuyos efectos inciden directamente en cuestiones de actualidad. Es por ello, que ese pretérito todavía llega a ser fuente de disputa y objeto de posicionamiento en las tensiones epistemológicas y políticas del presente.
Karl Mannheim habla de acontecimientos generacionales como “contextos históricos y eventos compartidos que dejan su huella en esas generaciones” (Mannheim, 1964). Nos referimos por generación a aquel periodo histórico en la que cada individuo socializa condicionado por unas circunstancias colectivas. Esencial para entender este razonamiento es Pierre Bourdieu y su estudio del “habitus’’, es decir, del entorno personal e íntimo de los individuos con la sociedad, donde los sentimientos emergen de las relaciones sociales en las que el individuo se encuentra involucrado. Es decir, el recuerdo nunca puede estar desligado del presente de quien recuerda y de sus circunstancias. En contextos marcados por una situación represiva, el “habitus’’ puede estar impregnado de silencios, omisiones y negaciones que evocan la presencia de un pasado incómodo. Las distancias generacionales provocadas por la escasez de información son las que formatean esas “fallas”que, lejos de ser pensadas como obstáculos, pueden ser consideradas como “el motor de la reflexión pedagógica y política” (UNESCO, 2017). En este caso, la familia es el principal núcleo de transmisión, de formación de la identidad, es el primer grupo de pertenencia, y también lugar de transferencia de historias, silencios, vergüenzas y secretos. La aproximación a una narración testimonial se caracteriza por la materialización de un tiempo pasado en un presente en el que se renuevan las significaciones de lo heredado continuamente. Los herederos de este pasado llegan a adoptar un compromiso que trasciende a la familia concreta, tratan de cuestionar la historia hegemónica y dar voz a las memorias silenciadas.
Este relevo generacional se manifiesta como
una actuación urgente de búsqueda y recuperación de la memoria ante la desaparición de los testigos. En el caso de la memoria de la Guerra Civil y el franquismo, de acuerdo con las observaciones en conjunto de las prácticas y la crítica españolas contemporáneas, ha sido la generación de los nietos la que ha hecho de este pasado traumático uno de sus intereses más importantes. Las generaciones posteriores sienten el deseo de no repetir el drama que han vivido sus antecesores y se lanzan a recuperar la memoria. Se produce una toma de consciencia vinculante que denominan “redes de parentesco traumático” (López García, y otros, 2018). Las principales formas de transmisión se encuentran en los testimonios y las fuentes orales, actos que dependen de la existencia de un receptor, u objetos mnémicos, como fotografías, dibujos, vídeos, o cartas... elementos cargados de significado histórico que exacerban la sensibilidad hacia cosas en un principio intrascendentes. En este sentido, la imagen constituye un vehículo de memoria imperecedero y una herramienta esencial para conectar y reclamar mundos e historias perdidas desde una distancia crítica, así como momentos de transición histórica decisivos, no solamente para los individuos y las familias, sino también para los grupos y la comunidad. Estas imágenes, no sólo se presentan como un soporte de memoria, sino como un anhelo de supervivencia cultural que recomponen y dan acceso a momentos de un mundo anónimo ya desaparecido.
Hacia una posmemoria en España
La memoria de un pasado traumático reciente es susceptible de ser transferida y llega a ser objeto de estudio y de posicionamiento en el presente, a pesar de no haber vivido dicho pasado. Este vestigio de la memoria directa ha sido considerado en numerosos términos por teóricos de la representación del Holocausto. Algunos de ellos son “memoria agujereada” (Raczymow, 1994), “memoria heredada” (Lury, 1998), “memoria tardía” y “memoria protésica” (Landsberg, 2004), “memoria vicaria” (Young, 2000), o “posmemoria” (Hirsch, 1998, 2015). El más afianzado
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