La Universidad de Córdoba, a través del Servicio de Microscopía de los Servicios Centrales de Apoyo a la Investigación (SCAI), ha brindado asistencia técnica a la obra ‘Amenazadas’, que forma parte del proyecto artístico ‘Botánica Frágil’ de la artista contemporánea Beatriz Ruibal, y que ha podido verse estos días en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (C3A). La obra desvela la fragilidad y la capacidad de resiliencia de especies vegetales afectadas por la crisis climática a través de una serie de imágenes de gran formato que muestran el detalle de semillas de especies consideradas vulnerables o en riesgo de extinción, que han sido capturadas mediante las herramientas técnicas del SCAI y transformadas en piezas artísticas a través de un riguroso proceso de postproducción, bajo la dirección artística y conceptual de Ruibal.
El proyecto ‘Botánica Frágil’ representa el fruto de un año de investigación exhaustiva y nace del interés de la artista por inmortalizar una naturaleza efímera y amenazada, un potente mensaje en un contexto de emergencia medioambiental que pone en riesgo la supervivencia de especies que forman parte de la identidad y cultura de los pueblos. Concebido en el marco de una residencia artística en el C3A y con el apoyo de Casa Árabe de Córdoba, el Jardín Botánico de Córdoba y el Banco de Germoplasma, el proyecto explora la fragilidad y resiliencia de especies vegetales en peligro de extinción para trasladar un mensaje: la fragilidad no es debilidad, sino una forma de persistencia. ‘Amenazadas’, una de las obras en que se articula el proyecto, busca transformar lo efímero en persistente, mediante un “archivo viviente” de imágenes de gran formato que muestran al detalle elementos tan pequeños como una semilla, invitando a contemplar “lo invisible”. Para hacerlo posible, la obra requirió herramientas científicas muy avanzadas, y ahí es donde el microscopio del SCAI se convierte en una herramienta técnica clave dentro del proceso.
Ruibal utilizó los servicios técnicos avanzados del SCAI como usuaria externa para capturar imágenes microscópicas de las muestras biológicas seleccionadas, siguiendo un proceso definido y dirigido por la artista. Rocío Vargas, técnico especialista de Microscopía Electrónica, recibió de la artista 65 muestras de especies vegetales andaluzas -en su mayoría semillas-, seleccionadas por Ruibal a partir del listado de flora y fauna amenazada de Andalucía del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Las muestras fueron proporcionadas por el Banco de Germoplasma Vegetal Andaluz, que ofreció apoyo técnico en la identificación y selección final de las especies viables para su estudio. Las muestras corresponden a especies en peligro o vulnerables, custodiadas por el Banco en condiciones específicas para garantizar su conservación.
El Servicio de Microscopía del SCAI facilitó herramientas avanzadas para capturar imágenes iniciales de las muestras seleccionadas. Cada muestra fue montada individualmente en soportes de latón a los que fueron adheridas mediante cintas de carbono para aumentar la conducción de los electrones dentro del microscopio, preparándolas técnicamente para optimizar su observación mediante microscopía avanzada. Como último paso técnico, la superficie de las muestras que forman parte de ‘Amenazadas’ se recubrió con oro para aumentar la conducción de electrones y garantizar la visualización adecuada en el miscroscopio electrónico de barrido de emisión del SCAI.
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La técnica Rocío Vargas, bajo las indicaciones de la artista, asistió en la configuración y manejo del microscopio para la captura de las imágenes que fueron después ampliadas y transformadas en piezas artísticas a través de decisiones estéticas y conceptuales, además de un riguroso proceso de postproducción posterior en el estudio de la artista y en el C3A, donde se materializó su visión estética y conceptual.
El microscopio como herramienta
En ‘Amenazadas’, el microscopio es una herramienta técnica utilizada por Beatriz Ruibal para materializar su visión artística. La obra es profundamente contemporánea, no solo por integrar herramientas como la microscopía sino por cómo estas se subordinan a las decisiones estéticas y conceptuales de la autora. Cada encuadre, perspectiva, escala y narrativa responde a un planteamiento que amplifica las emociones y reflexiones sobre la fragilidad y la persistencia de la vida. De esta manera, en palabras de Ruibal, "el microscopio es un medio para materializar un lenguaje visual que conecta lo natural con lo emocional".
El resultado forma parte del proyecto artístico ‘Botánica Frágil’ de Beatriz Ruibal, que agradece al C3A de Andalucía por proporcionar el marco y los recursos necesarios durante su residencia artística; a Casa Árabe de Córdoba y su director Javier Rosón, por su apoyo logístico y en el contexto cultural andalusí; al Jardín Botánico de Córdoba y su director, José Luis Quero, por su sensibilidad hacia el arte contemporáneo en el ámbito científico y por su apoyo constante; al Banco de Germoplasma, representado por Francisca Herrera y Josefa Prados, por su experiencia técnica en la conservación de especies seleccionadas; y al Servicio de Microscopía del SCAI, con Isabel María García como directora y Rocío Vargas como técnica de microscopía, por facilitar los recursos y la asistencia técnica durante las sesiones. De esta manera, la ciencia actúa como una herramienta técnica fundamental para lanzar un potente mensaje sobre la preservación de la memoria.
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