Viernes, 03 de Noviembre de 2006 13:52

Santiago Ramón y Cajal reclama más atención para los jóvenes científicos y la investigación básica

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El Aula 2 de la Facultad de Medicina se ha convertido esta mañana en escenario de una de las lecciones más interesantes del curso en la Universidad de Córdoba. El ponente, el catedrático de Anatomía Patológica de la Universidad de Zaragoza y miembro de una de las sagas familiares de mayor prestigio científico del país (5 generaciones de médicos en ella); el asunto a tratar en la lección, uno de los aspectos más desconocidos de la investigación del único Premio Nobel español. O lo que es lo mismo: el ponente: Santiago Ramón y Cajal Junquera, el asunto: Santiago Ramón y Cajal.

Aunque el contenido de la conferencia de Santiago Ramón y Cajal Junquera, enmarcada en el programa de actos conmemorativos del centenario de la concesión del Premio Nobel a Cajal, ha sido estrictamente científico ha resultado inevitable que entre los más de 200 estudiantes y profesores de Medicina presentes en el acto corrieran los comentarios más anecdócticos sobre la intervención del nieto de Don Santiago en la Facultad de Medicina. La conferencia se ha centrado en las aportaciones que el Nobel hizo a la investigación patológica, una vertiente más desconocida de su doctrina, aunque Santiago Ramón y Cajal Junquera ha aprovechado su visita a Córdoba, donde ocupó cátedra durante algunos años, para reivindicar el papel de los jóvenes investigadores en la ciencia española, así como la importancia de estimular su trabajo por parte de las Administraciones. "Los jóvenes necesitan estímulo y buen ambiente", señaló antes de recomendar la lectura del libro "Reglas y consejos sobre la investigación científica", escrito por Don Santiago, y en el que a juicio de su nieto se recogen valores fundamentales y "eternos" necesarios para desarrollar la labor investigadora: el esfuerzo y la voluntad. Dos valores de los que Don Santiago, que se consideraba un estudiante "del montón", hizo gala durante toda su vida.

A las Administraciones ha pedido igualmente Ramón y Cajal que no olviden el valor de la investigación básica, que tan bien han entendido los países más avanzados científica y técnológicamente.

Biznieto, nieto, hijo y padre de médicos, minutos antes de su intervención, Santiago Ramón y Cajal Junquera se ha lamentado igualmente del escaso interés de los jóvenes, en general, y de los estudiantes de Medicina, en particular, por la formación humanística. "Se han hecho profesionales del estudio y quizás no se cultiva como debiera la formación humanística, aunque creo que esto es un problema social no sólo de los jóvenes universitarios", ha subrayado.