Jueves, 02 de Febrero de 2006 12:08

Jose Manuel Recio Espejo habla en la Academia sobre la exposición hispano marroquí de 1946 en la Avenida de la Victoria

G.C. - C.M.
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Hoy, jueves, 2 de febrero, a las 20,30 horas, en la sede de la Real Academia de Córdoba, el profesor titular de Ecologia de la Universidad de Córdoba Jose Manuel Recio Espejo hablará sobre "La exposición hispano marroquí y el poblado moro de la Avenida de la Victoria de Córdoba de 1946".

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La Exposición Hispano Marroquí de Córdoba de 1946 constituyó un evento de primera magnitud para la ciudad de Córdoba de la época. Innumerables reseñas, artículos y comentarios aparecidos en la prensa del momento, los actos paralelos organizados y la participación y asistencia de las más altas personalidades de la época son pruebas evidentes de ello. Constituyó ésta la primera exposición de Arte Marroquí que se organizaba.

Esta exposición se inició con la participación de la Real Academia de Córdoba, la organización del Ayuntamiento de Córdoba, y el patrocinio de la Alta Comisaría Española en Marruecos. Ésta contó con el apoyo de ilustres cordobeses que ocupaban por entonces altos cargos en la Administración.

El cartel anunciador de la gran feria de Nuestra. Señora De la Salud fue confeccionado por Vicente Flores, y editado por la comisión municipal de Ferias y Festejos; en él se recogen para el primer día 24 los actos de inauguración de la exposición con la asistencia del S. E. el Alto Comisario de España en Marruecos bilaureado teniente general José Enrique Varela Iglesias, de ilustres personalidades de la Zona del Protectorado y de las autoridades cordobesas. Al mismo tiempo señala la gran cabalgata que haría referencia a tal evento, y anuncia los conciertos que impartirían las secciones musicales española y musulmana del conservatorio de Tetuán, en total cuatro, dos de ellos en la caseta municipal.

En él encontramos al mismo tiempo el comité de honor y ejecutivo de la misma, formado por distintas personalidades del Protectorado, e incluye también algunos bocetos del arquitecto Víctor Escribano Urcelay sobre el poblado moro y fotografías de monumentos comparativos de Marruecos y Córdoba.

El poblado moro construido para dar sede a la citada exposición fue obra de este joven arquitecto municipal, y se ubicó en el Paseo de La Victoria. Parece ser que lo llegó a realizar en unos 18 días, basándose en apuntes tomados en la ciudad Tetuán, ciudad que visitó en el mes de marzo como miembro de la comisión municipal antes comentada. Tanto en el archivo municipal como en el colegio de Arquitectos de Córdoba el proyecto original del mismo no ha podido ser localizado.

Minarete, morabito, estanque central, tenderetes, callejas con espléndidos empedrados, palmeras y otra vegetación, etc, constituyeron los elementos más representativos de este pequeño poblado. Entre los gremios presentes en la exposición existieron fabricantes de faroles, de carteras, pinturas y bolsos; tejedores, babucheros, plateros, bordadores, dulceros, y bandejeros.

En la Real Academia de Córdoba se nombraron académicos correspondientes a varias autoridades responsables de la celebración del evento (teniente general Varela, Víctor Escribano Urcelay, Joaquín de Miguel Cabrero como correspondiente en Tetuán, Miguel Baena Rodríguez, y Manuel Bustos Rodríguez, Profesor del Conservatorio de Música de Tetuán).

Esta misma institución organizó también un ciclo cordobés de conferencias que se celebró en Tetuán como preludio de la citada exposición. Estuvo organizado por la Delegación de Cultura de la Alta Comisaría en Marruecos y tuvo lugar entre el 27 de abril y el 11 de mayo con la participación de varios intelectuales cordobeses.

Este interesante y bello poblado moro construido desapareció con la inauguración de una guardería infantil y jardín maternal en 1949, "La mejor guardería infantil de España", según José Signo.

El 26/5/49 fue solemnemente inaugurada por el obispo dón total del poblado, preservándose gran parte de la edificación primitiva.

En 1956 la construcción del hotel Palace, posteriormente hotel Meliá, terminó por hacerlo desaparecer definitivamente. No obstante fueron incorporados algunos elementos en esta nueva construcción para mantener y recordar el pasado moro del lugar.

En la actualidad, algunos vestigios pueden ser todavía observados en el lugar de su antigua emplazamiento. Parte de los árboles y palmeras plantados, unas antiguas arcadas y una pequeña fuente central son aún hoy visibles en el patio y en las proximidades de la actual escuela infantil "La Victoria", como testigos impasibles y mudos frente al paso del tiempo, deseosos de trasmitir al menos pequeños detalles de lo que allí aconteció.