El 22 de febrero se celebra el Día Europeo de la Igualdad Salarial, una fecha en la que la UE recuerda que las mujeres europeas cobran de media un 15% menos que sus compañeros varones, por lo que deben trabajar 418 días para igualar el sueldo que los hombres reciben en un año.
Para reflexionar y buscar soluciones a esta situación de desigualdad el Rectorado de la Universidad de Córdoba ha acogido hoy las X Jornadas que sobre este tema organiza anualmente la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres en las que se ha abordado la situación actual con respecto a la brecha salarial, la división sexual del trabajo, la violencia económica contra las mujeres, el papel de los agentes sociales ante la realidad económica y laboral las mujeres… y otras cuestiones imprescindibles "para conseguir la plena ciudadanía de las mujeres en una sociedad justa y equitativa".
Las jornadas han sido inauguradas por la vicerrectora de Políticas Inclusivas y Vida Universitaria de la Universidad de Córdoba, Rosario Mérida Serrano; la directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Siliva Buabent Vallejo y la presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, Rafaela Pastor, que han coincidido en la importancia de actividades como este encuentro para "sensibilizar, concienciar y dar a conocer a la ciudadanía la desigualdad real que existe en el día de hoy en el acceso, promoción y el mantenimiento de las condiciones laborales para mujeres y hombres". "Unas jornadas necesarias -ha señalado la vicerrectora Mérida- para visibilizar un problema social".
También Silvia Buabent ha destacado la importancia de la sensibilización ante esta situación a la que "hay que buscar soluciones entre todas y todos. La directora del Instituto de de la Mujer ha hecho un llamamiento a empresas e instituciones sobre su "responsabilidad en la búsqueda soluciones posibles". . Las empresas tienen que empezar a asumir que es una cuestión de derechos pero que también les va a beneficiar. La igualdad tiene que llegar a las empresas y es un beneficio tanto económico como social. Las instituciones tenemos la responsabilidad para buscar las soluciones posibles.
Por último Rafaela Pastor ha señalado que es el colectivo de trabajadoras del hogar que "ni siquiera están incluidas en el Estatuto de los Trabajadores y Trabajadoras" y las que no tienen contrato las que sufren una mayor discriminación, abogando por la movilización hasta conseguir que lo salarios de las mujeres sean iguales que los de los compañeros del mismo puesto de trabajo.
