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'Tú no eres como otras madres', de Angelika Schrobsdorff
'Tú no eres como otras madres', de Angelika Schrobsdorff
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5 años 2 meses antes - 5 años 1 mes antes #68
por club-lectura
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'Tú no eres como otras madres', de Angelika Schrobsdorff Publicado por club-lectura
Si el curso pasado terminamos con una novela tan potente como Patria (a la que justo ayer le concedió el Ministerio de Cultura el Premio Nacional de Narrativa), comenzamos esta nueva etapa del Club de lectura UCO con una historia que no le desmerece en nada :
Tú no eres como tras madres.
Muy vendido y muy leído desde su publicación en 2016 en España, fue nombrado “Libro del año” por los libreros de Madrid, que la definieron como una novela en la que “la autora reconstruye la vida real e inconformista de su madre, una mujer nacida en una familia de la burguesía judía de Berlín, liberada de los prejuicios de su tiempo”.
Así es, Angelika Schrobsdorff (1927-2016), cuya vida en sí también es novelable, como se puede comprobar, al menos para los primeros años en el mismo libro del que estamos hablando, otorga protagonismo absoluto a la vida de su madre (Else), desde que nace, a finales del siglo pasado, hasta su muerte prematura en 1949 tras una dolorosa enfermedad. La vida de Else, nacida en Berlin, corre paralela a la historia de Alemania en el siglo XX. Con una infancia feliz y perfecta en un familia cien por cien judía que la adora y que la “instruye y moldea para un matrimonio bien acomodado en el que no podrá ser otra cosa que hembra y madre”, ella sabrá zafarse de todo eso y guiar su vida por donde su instinto le lleve. Muy pronto se aparta de la religión judía, porque sabe que la constriñe, que le corta alas para volar (“ya entonces no le importaban las reglas de comportamiento y era un dechado de desenvoltura, franqueza e impulsividad”). Sin embargo, mucho de lo que le enseñó su familia cala hondo en ella y la hace una mujer inquieta e interesada por la cultura de la época: “Aprendía violín y piano, recibía clases particulares de francés, era llevada a la ópera y al teatro y obsequiada con profusión de libros de los clásicos alemanes”. Según la abuela de la autora, y madre de la protagonista, “el amor entre el hombre y la mujer no era más que pura fantasía. El único gran amor y la única felicidad verdadera de una mujer eran los hijos”. Es este el tema principal de la novela: la maternidad (ahora que tan de moda está debatir sobre ella), pero una maternidad que se plantea muy alejada de los modelos convencionales, y que incluso, hoy en día, puede llegar a crispar a más de uno (y de una). Else se casa tres veces, y contradiciendo a su madre, las tres por amor, aunque al final, como casi siempre ocurre con las madres, tiene que darle la razón porque son amores que no perduran en el tiempo, al contrario que el amor por sus tres hijos, nacidos cada uno de un matrimonio diferente (una de sus convicciones era que 'hay que tener un hijo con cada hombre al que se ama'), y a los que educará y criará de forma apasionada y poco convencional.
Además de la maternidad, el otro gran tema del libro es el nazismo en Alemania y, como consecuencia, la brutal persecución y aniquilación de los judíos. Else, después de vivir los felices años veinte de forma intensa, rodeada de amor, artistas y lujo por doquier, se da de bruces con una realidad que la obliga a huir 'in extremis', sin marido y con dos de sus hijos, a Bulgaria, donde pasará bastantes años de su vida, sobreponiéndose a las desgracias una y otra vez, sacando fuerzas de flaqueza, echando mano de su imaginación y su fuerza, subsistiendo de milagro, para terminar volviendo enferma y desolada a una Alemania destruida por la guerra. Y digo “in extremis” porque ella no es consciente hasta el último momento de lo peligroso de la situación, se considera alemana antes que judía, casada en esos momentos con un alemán, rodeada de amigos antinazis, confía en que a ella y a los suyos no les puede pasar nada, y aguanta en Berlín hasta que la situación llega a extremos insostenibles e increíbles (es espeluznante, por mucho que nos sepamos la historia, cómo cuenta el ascenso paulatino del nazismo, día a día, ley a ley, hasta que hace desaparecer a millones de personas por el simple hecho de ser de ascendencia judía, aunque muchos de ellos, como la propia Else, nunca hayan practicado esta religión). También es interesante la “culpa” que Angelika, observadora adolescente de la época, echa a su madre y sus amigos, que, inconscientes y sumergidos en su mundo de diversión y lujo, no hicieron demasiado caso a la alarmante situación hasta que empezaron a perderlo todo.
Para terminar, deciros que la novela, biográfica y autobiográfica, se convierte a las pocas páginas en una novela de ficción. No importa que el personaje sea real o no, nos engancha a su vida, a una historia llena de acción y organizada en torno a una protagonista a la que obsesiona el amor por sus tres hijos y 'la compulsión de mantenerse siempre despierta'. Dice Angelika de su madre que “las personas, ya fuesen hombres, mujeres o niños se lanzaban sobre ella buscando su cercanía, su calor, su amor, su amistad. Else se los daba, a muchos, a demasiados, los prodigaba sin reservas, de forma derrochadora y a menudo irreflexiva”.
Else no es como otras madres, ni como otras mujeres (sobre todo de su época), ni como otros judíos, ni como otras personas en general, sin distinción de sexo ni religión, pero quizá destaca más y se nos hace tan atrayente precisamente por ser mujer (y judía) en la época en que le tocó vivir. Atractiva y encantadora, nos subyuga a lo largo del relato y nos entran unas ganas terribles de conocerla (¿y acaso no es conocerla leer su historia?)
Os dejamos las primeras páginas de la novela (en pdf y txt sólo si estáis registrados) y si os animáis a leerla, como siempre la tenéis en la Biblioteca .
Así es, Angelika Schrobsdorff (1927-2016), cuya vida en sí también es novelable, como se puede comprobar, al menos para los primeros años en el mismo libro del que estamos hablando, otorga protagonismo absoluto a la vida de su madre (Else), desde que nace, a finales del siglo pasado, hasta su muerte prematura en 1949 tras una dolorosa enfermedad. La vida de Else, nacida en Berlin, corre paralela a la historia de Alemania en el siglo XX. Con una infancia feliz y perfecta en un familia cien por cien judía que la adora y que la “instruye y moldea para un matrimonio bien acomodado en el que no podrá ser otra cosa que hembra y madre”, ella sabrá zafarse de todo eso y guiar su vida por donde su instinto le lleve. Muy pronto se aparta de la religión judía, porque sabe que la constriñe, que le corta alas para volar (“ya entonces no le importaban las reglas de comportamiento y era un dechado de desenvoltura, franqueza e impulsividad”). Sin embargo, mucho de lo que le enseñó su familia cala hondo en ella y la hace una mujer inquieta e interesada por la cultura de la época: “Aprendía violín y piano, recibía clases particulares de francés, era llevada a la ópera y al teatro y obsequiada con profusión de libros de los clásicos alemanes”. Según la abuela de la autora, y madre de la protagonista, “el amor entre el hombre y la mujer no era más que pura fantasía. El único gran amor y la única felicidad verdadera de una mujer eran los hijos”. Es este el tema principal de la novela: la maternidad (ahora que tan de moda está debatir sobre ella), pero una maternidad que se plantea muy alejada de los modelos convencionales, y que incluso, hoy en día, puede llegar a crispar a más de uno (y de una). Else se casa tres veces, y contradiciendo a su madre, las tres por amor, aunque al final, como casi siempre ocurre con las madres, tiene que darle la razón porque son amores que no perduran en el tiempo, al contrario que el amor por sus tres hijos, nacidos cada uno de un matrimonio diferente (una de sus convicciones era que 'hay que tener un hijo con cada hombre al que se ama'), y a los que educará y criará de forma apasionada y poco convencional.
Además de la maternidad, el otro gran tema del libro es el nazismo en Alemania y, como consecuencia, la brutal persecución y aniquilación de los judíos. Else, después de vivir los felices años veinte de forma intensa, rodeada de amor, artistas y lujo por doquier, se da de bruces con una realidad que la obliga a huir 'in extremis', sin marido y con dos de sus hijos, a Bulgaria, donde pasará bastantes años de su vida, sobreponiéndose a las desgracias una y otra vez, sacando fuerzas de flaqueza, echando mano de su imaginación y su fuerza, subsistiendo de milagro, para terminar volviendo enferma y desolada a una Alemania destruida por la guerra. Y digo “in extremis” porque ella no es consciente hasta el último momento de lo peligroso de la situación, se considera alemana antes que judía, casada en esos momentos con un alemán, rodeada de amigos antinazis, confía en que a ella y a los suyos no les puede pasar nada, y aguanta en Berlín hasta que la situación llega a extremos insostenibles e increíbles (es espeluznante, por mucho que nos sepamos la historia, cómo cuenta el ascenso paulatino del nazismo, día a día, ley a ley, hasta que hace desaparecer a millones de personas por el simple hecho de ser de ascendencia judía, aunque muchos de ellos, como la propia Else, nunca hayan practicado esta religión). También es interesante la “culpa” que Angelika, observadora adolescente de la época, echa a su madre y sus amigos, que, inconscientes y sumergidos en su mundo de diversión y lujo, no hicieron demasiado caso a la alarmante situación hasta que empezaron a perderlo todo.
Para terminar, deciros que la novela, biográfica y autobiográfica, se convierte a las pocas páginas en una novela de ficción. No importa que el personaje sea real o no, nos engancha a su vida, a una historia llena de acción y organizada en torno a una protagonista a la que obsesiona el amor por sus tres hijos y 'la compulsión de mantenerse siempre despierta'. Dice Angelika de su madre que “las personas, ya fuesen hombres, mujeres o niños se lanzaban sobre ella buscando su cercanía, su calor, su amor, su amistad. Else se los daba, a muchos, a demasiados, los prodigaba sin reservas, de forma derrochadora y a menudo irreflexiva”.
Else no es como otras madres, ni como otras mujeres (sobre todo de su época), ni como otros judíos, ni como otras personas en general, sin distinción de sexo ni religión, pero quizá destaca más y se nos hace tan atrayente precisamente por ser mujer (y judía) en la época en que le tocó vivir. Atractiva y encantadora, nos subyuga a lo largo del relato y nos entran unas ganas terribles de conocerla (¿y acaso no es conocerla leer su historia?)
Os dejamos las primeras páginas de la novela (en pdf y txt sólo si estáis registrados) y si os animáis a leerla, como siempre la tenéis en la Biblioteca .
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Última Edición: 5 años 1 mes antes por club-lectura.
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