Juan Rulfo también nació hace cien años
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5 años 2 meses antes - 5 años 1 mes antes #65
por club-lectura
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Juan Rulfo también nació hace cien años Publicado por club-lectura
Y es que este año va de centenarios ilustres: ya celebramos hace poco el de Gloria Fuertes en el Club de Lectura, también el de Miguel Hernández, con lecturas de sus poemas antes de la fiesta del libro en las distintas Bibliotecas de la UCO, y ahora nos toca revisar a Juan Rulfo (1917-1996), con sus dos obras más emblemáticas y casi únicas: Pedro Páramo y el libro de cuentos El llano en llamas. Seguimos así repasando a los autores del “boom” con lo que ya se está convirtiendo en una tradición en este club: véanse Vargas Llosa, Julio Cortázar, García Márquez…. Precisamente este último lo consideró su maestro mucho tiempo y confiesa en el prólogo que escribió para Pedro Páramo que quedó tan impactado e influenciado por el libro que incluso se lo llegó a aprender de memoria (conociendo un poco a Gabo y sus peculiaridades, no nos extraña): “No son más de 300 páginas, pero son casi tantas, y creo que tan perdurables, como las que conocemos de Sófocles”. También la escritora americana Susan Sontag, menos afín culturalmente que Gabo a Juan Rulfo, escribió: “La novela de Rulfo no es sólo una de las obras maestras de la literatura universal en el siglo XX, sino uno de los libros más influyentes del siglo (…) Pedro Páramo es un clásico en el sentido más cabal del término”.
¿Qué tiene Juan Rulfo para que hablen así de él? Digamos que es único y que no se parece a nada que hayas leído antes (que te guste o no es otra cuestión). Los temas tratados son universales, al modo de la tragedia clásica: el amor, los conflictos entre padres e hijos y entre hermanos, la culpa, la orfandad, la injusticia social, los caciques, la pobreza, la predestinación o el determinismo (el no poder cambiar las cosas, que nos lleva de nuevo a la injusticia), y sobre todo, la muerte. El culto a los muertos en México es bien sabido, pero es que la vida de Rulfo está llena de muertos también (perdió a su padre en los primeros meses de la guerra, y seis años después perdió a su madre por lo que con ocho años lo enviaron interno a un colegio). Conforme se avanza en la lectura de Pedro Páramo, empiezas a preguntarte, qué personajes están vivos, y cuáles no, sin llegar a conclusión alguna y sin que esto, al final, importe mucho, tanta es la similitud entre unos y otros. Localiza sus historias en un territorio muy concreto (el estado de Jalisco, donde vivió el autor) y en un tiempo preciso (el de las revueltas mexicanas de principios de siglo, básicamente), pero realmente podrían transcurrir en cualquier lugar y tiempo, pues nos suenan a universales.
Aunque la actividad literaria propiamente dicha de Juan Rulfo fue escasa, se dedicó también a otras artes, como la fotografía o el cine , que le influyeron considerablemente a la hora de escribir: su técnica es la de la depuración máxima, no sobra (ni falta) ni una coma, las escenas se suceden una detrás de otra como instantáneas fotográficas o secuencias cinematográficas (recuerdan un poco a los western). No es de extrañar que Pedro Páramo haya tenido tres adaptaciones cinematográficas y un intento fallido. La primera, con guión de Carlos Fuentes, es de 1967, y se puede ver completa en youtube. La segunda, de José Bolaños, estrenada en 1976, y la última, de Salvador Sánchez, de 1981. Las tres son producciones mexicanas. El intento fallido es el que quiso llevar a cabo el guionista y director español Mateo Gil, que se confiesa también atrapado por la novela desde que de muy joven la leyó: “Es una película con la que estaba obsesionado desde los 18 años. Es difícil definir por qué era así; tenía que ver con una visión general de la vida con la que me identificaba. Una visión que tiene que ver con una melancolía muy profunda que está en Pedro Páramo y en el propio Rulfo. Escribí el guión en dos meses. Lo llevaba totalmente dentro. Ahora la tengo totalmente aparcada, pero si pienso que nunca la haré, me pongo a llorar”. Para resarcirse rodó Blackthorne. Está claro que la sombra de Pedro Páramo (y El llano en llamas) es muy alargada y llega hasta nuestros días. Creemos que es un buen motivo para volver a leerlo o sumergirse por primera vez en sus pocas, pero sustanciosas páginas.
Os dejamos el texto completo de ambas obras (en pdf y txt sólo si estáis registrados), y por supuesto, todo lo que hay de y sobre este autor en la Biblioteca.
Ah, y feliz Día del Libro (aunque sea con un poco de retraso)
¿Qué tiene Juan Rulfo para que hablen así de él? Digamos que es único y que no se parece a nada que hayas leído antes (que te guste o no es otra cuestión). Los temas tratados son universales, al modo de la tragedia clásica: el amor, los conflictos entre padres e hijos y entre hermanos, la culpa, la orfandad, la injusticia social, los caciques, la pobreza, la predestinación o el determinismo (el no poder cambiar las cosas, que nos lleva de nuevo a la injusticia), y sobre todo, la muerte. El culto a los muertos en México es bien sabido, pero es que la vida de Rulfo está llena de muertos también (perdió a su padre en los primeros meses de la guerra, y seis años después perdió a su madre por lo que con ocho años lo enviaron interno a un colegio). Conforme se avanza en la lectura de Pedro Páramo, empiezas a preguntarte, qué personajes están vivos, y cuáles no, sin llegar a conclusión alguna y sin que esto, al final, importe mucho, tanta es la similitud entre unos y otros. Localiza sus historias en un territorio muy concreto (el estado de Jalisco, donde vivió el autor) y en un tiempo preciso (el de las revueltas mexicanas de principios de siglo, básicamente), pero realmente podrían transcurrir en cualquier lugar y tiempo, pues nos suenan a universales.
Aunque la actividad literaria propiamente dicha de Juan Rulfo fue escasa, se dedicó también a otras artes, como la fotografía o el cine , que le influyeron considerablemente a la hora de escribir: su técnica es la de la depuración máxima, no sobra (ni falta) ni una coma, las escenas se suceden una detrás de otra como instantáneas fotográficas o secuencias cinematográficas (recuerdan un poco a los western). No es de extrañar que Pedro Páramo haya tenido tres adaptaciones cinematográficas y un intento fallido. La primera, con guión de Carlos Fuentes, es de 1967, y se puede ver completa en youtube. La segunda, de José Bolaños, estrenada en 1976, y la última, de Salvador Sánchez, de 1981. Las tres son producciones mexicanas. El intento fallido es el que quiso llevar a cabo el guionista y director español Mateo Gil, que se confiesa también atrapado por la novela desde que de muy joven la leyó: “Es una película con la que estaba obsesionado desde los 18 años. Es difícil definir por qué era así; tenía que ver con una visión general de la vida con la que me identificaba. Una visión que tiene que ver con una melancolía muy profunda que está en Pedro Páramo y en el propio Rulfo. Escribí el guión en dos meses. Lo llevaba totalmente dentro. Ahora la tengo totalmente aparcada, pero si pienso que nunca la haré, me pongo a llorar”. Para resarcirse rodó Blackthorne. Está claro que la sombra de Pedro Páramo (y El llano en llamas) es muy alargada y llega hasta nuestros días. Creemos que es un buen motivo para volver a leerlo o sumergirse por primera vez en sus pocas, pero sustanciosas páginas.
Os dejamos el texto completo de ambas obras (en pdf y txt sólo si estáis registrados), y por supuesto, todo lo que hay de y sobre este autor en la Biblioteca.
Ah, y feliz Día del Libro (aunque sea con un poco de retraso)
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Última Edición: 5 años 1 mes antes por club-lectura.
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