Carmen Laforet
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5 años 2 meses antes #48
por club-lectura
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Carmen Laforet Publicado por club-lectura
Cuando en 1944 Carmen Laforet ganó la primera edición del premio Nadal con su novela Nada, no se podía imaginar que eso fuera su principio y, de alguna manera que ahora explicaremos, el principio de su fin.
Tenía 23 años y una imagen muy distinta a la de las mujeres de su época (en plena posguerra imperaba el peinado “arriba España” y no la melenita suelta y natural). También su novela era muy distinta a las pocas que se publicaban por entonces. Encandiló por igual a público y crítica (aunque no a toda, claro), tanto por su argumento como por el estilo en que estaba escrita. Toda una generación de españoles se identificó con ella, porque tenía una visión diferente de la realidad, alejada de las versiones oficiales y triunfalistas. Por otro lado, pocas novelas se han identificado tanto con su autora como esta. Carmen Laforet era Nada y Nada era Carmen Laforet (mal que le pesara a veces y, comprensiblemente, se empeñara en desmentir otras tantas). Andrea, la protagonista, era un trasunto claro de la escritora y lo que pasaba en esa historia es lo que le pasó a ella cuando, en plena posguerra, llegó a Barcelona (procedente de Canarias) para estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras con toda la ilusión del mundo. Ambas escapaban de una vida familiar que no les gustaba y querían empezar de nuevo. Pero las circunstancias históricas eran las que eran, y pesaban mucho. Como su protagonista, poco después, Carmen dejó Barcelona para irse a Madrid y fue allí donde escribió esta historia que a día de hoy no ha envejecido y sigue despertando el interés del lector. ¿Qué pasó después? Hay una idea de que después de Nada hubo eso, “nada”, y aunque no es del todo cierto, sí lo es que tardó en publicar su segunda novela. Hasta 1952 no apareció La isla y los demonios (en la que cuenta su infancia y adolescencia canaria) y en 1955 publica La mujer nueva (también sobre una experiencia personal: su repentina conversión religiosa al catolicismo “practicante” y casi místico). En esos años también escribe el volumen de cuentos La llamada, así como novelas cortas y otros relatos sueltos (ella misma afirmaba que eran trabajos “alimenticios”, lo que no afectaba a la calidad de los mismos). Otro período de silencio y en 1963 aparece La insolación (que iba a formar parte de una trilogía de la que sólo se publicó este primer volumen, y luego, de forma póstuma, en 2004, sus herederos publicaron el segundo, Al volver la esquina). Y se acabó. Es verdad que aparecieron otros relatos en revistas, bastantes artículos periodísticos y algunos libros de tipo ensayístico sobre sus viajes, pero en cuestión de narrativa ese fue el final. Explicaciones hay muchas, y como todos los misterios, puede tener desde una tan simple como que se acabó la inspiración, a las más variadas y complejas con las que los críticos y biógrafos han intentado convencernos hasta la fecha. Intentaré hacer un resumen para que os hagáis una idea aproximada. Cuando una persona con 23 años en la España de 1943 escribe una novela como Nada, se ha puesto un listón tan alto que es difícil superarlo. Si además, lectores y crítica continuamente están preguntándote “¿para cuándo la siguiente novela?” o, peor aún, “¿en qué andas ahora?”, con unas expectativas tan grandes puestas en ti que temes defraudar (se supone que después del debut, con la experiencia, vendrá algo más y mejor), la presión puede llegar a bloquear. Si encima tu forma de ser es insegura, dada a la pereza y a la dispersión, pero autoexigente en la calidad, la cosa se va complicando. Y por último, si en pocos años eres madre de cinco hijos, tienes difícil conseguir las 500 libras y la habitación propia, y vives en la España de los años 40-50, no es difícil imaginar la situación. De todas formas, pienso que lo importante, al igual que en la vida en general, es quedarnos con lo que es y no con lo que podría haber sido y no fue, y para ello podéis leer la mayor parte de su obra (así como algunos estudios críticos sobre ella) en esta estupenda página .
También tiene una interesante “página oficial”, y en la Biblioteca están la mayoría de sus libros, así como algunos estudios críticos sobre ella.
Para terminar, deciros que mañana viernes día 12 de junio, a partir de las siete de la tarde, tendrá lugar en la Biblioteca Pública Provincial de Córdoba (C/Amador de los Ríos) el IV Maxi-club de lectura en torno a Carmen Laforet, el cual tendré el honor y el placer de presentar. Si os apetece pasaros por allí, por supuesto que estáis invitados.
Tenía 23 años y una imagen muy distinta a la de las mujeres de su época (en plena posguerra imperaba el peinado “arriba España” y no la melenita suelta y natural). También su novela era muy distinta a las pocas que se publicaban por entonces. Encandiló por igual a público y crítica (aunque no a toda, claro), tanto por su argumento como por el estilo en que estaba escrita. Toda una generación de españoles se identificó con ella, porque tenía una visión diferente de la realidad, alejada de las versiones oficiales y triunfalistas. Por otro lado, pocas novelas se han identificado tanto con su autora como esta. Carmen Laforet era Nada y Nada era Carmen Laforet (mal que le pesara a veces y, comprensiblemente, se empeñara en desmentir otras tantas). Andrea, la protagonista, era un trasunto claro de la escritora y lo que pasaba en esa historia es lo que le pasó a ella cuando, en plena posguerra, llegó a Barcelona (procedente de Canarias) para estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras con toda la ilusión del mundo. Ambas escapaban de una vida familiar que no les gustaba y querían empezar de nuevo. Pero las circunstancias históricas eran las que eran, y pesaban mucho. Como su protagonista, poco después, Carmen dejó Barcelona para irse a Madrid y fue allí donde escribió esta historia que a día de hoy no ha envejecido y sigue despertando el interés del lector. ¿Qué pasó después? Hay una idea de que después de Nada hubo eso, “nada”, y aunque no es del todo cierto, sí lo es que tardó en publicar su segunda novela. Hasta 1952 no apareció La isla y los demonios (en la que cuenta su infancia y adolescencia canaria) y en 1955 publica La mujer nueva (también sobre una experiencia personal: su repentina conversión religiosa al catolicismo “practicante” y casi místico). En esos años también escribe el volumen de cuentos La llamada, así como novelas cortas y otros relatos sueltos (ella misma afirmaba que eran trabajos “alimenticios”, lo que no afectaba a la calidad de los mismos). Otro período de silencio y en 1963 aparece La insolación (que iba a formar parte de una trilogía de la que sólo se publicó este primer volumen, y luego, de forma póstuma, en 2004, sus herederos publicaron el segundo, Al volver la esquina). Y se acabó. Es verdad que aparecieron otros relatos en revistas, bastantes artículos periodísticos y algunos libros de tipo ensayístico sobre sus viajes, pero en cuestión de narrativa ese fue el final. Explicaciones hay muchas, y como todos los misterios, puede tener desde una tan simple como que se acabó la inspiración, a las más variadas y complejas con las que los críticos y biógrafos han intentado convencernos hasta la fecha. Intentaré hacer un resumen para que os hagáis una idea aproximada. Cuando una persona con 23 años en la España de 1943 escribe una novela como Nada, se ha puesto un listón tan alto que es difícil superarlo. Si además, lectores y crítica continuamente están preguntándote “¿para cuándo la siguiente novela?” o, peor aún, “¿en qué andas ahora?”, con unas expectativas tan grandes puestas en ti que temes defraudar (se supone que después del debut, con la experiencia, vendrá algo más y mejor), la presión puede llegar a bloquear. Si encima tu forma de ser es insegura, dada a la pereza y a la dispersión, pero autoexigente en la calidad, la cosa se va complicando. Y por último, si en pocos años eres madre de cinco hijos, tienes difícil conseguir las 500 libras y la habitación propia, y vives en la España de los años 40-50, no es difícil imaginar la situación. De todas formas, pienso que lo importante, al igual que en la vida en general, es quedarnos con lo que es y no con lo que podría haber sido y no fue, y para ello podéis leer la mayor parte de su obra (así como algunos estudios críticos sobre ella) en esta estupenda página .
También tiene una interesante “página oficial”, y en la Biblioteca están la mayoría de sus libros, así como algunos estudios críticos sobre ella.
Para terminar, deciros que mañana viernes día 12 de junio, a partir de las siete de la tarde, tendrá lugar en la Biblioteca Pública Provincial de Córdoba (C/Amador de los Ríos) el IV Maxi-club de lectura en torno a Carmen Laforet, el cual tendré el honor y el placer de presentar. Si os apetece pasaros por allí, por supuesto que estáis invitados.
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