Las especies exóticas invasoras son una amenaza para la biodiversidad, la economía y la salud. La mejor manera de gestionar el desafío que suponen es la detección temprana, que permite poner el foco en las especies más problemáticas para evitar los estragos que pueden producir. Porque más vale tarde que nunca, pero nunca tarde es mejor.
En la línea de unir todas las fuerzas para enfrentar esta problemática, un estudio internacional llevado a cabo dentro de la Acción Cost AlienCSI en el que han trabajado un grupo de 30 investigadores e investigadoras liderados por el investigador Pablo González del Departamento de Ingeniería Forestal de la Universidad de Córdoba demuestra que la ciencia ciudadana, que implica a la ciudadanía en la investigación, juega un papel esencial en la detección temprana de especies invasoras.
"La detección de especies invasoras es un reto y los científicos y las instituciones no podemos hacerlos solos" explica Pablo González sobre este estudio en el que "por primera vez, exploramos cómo de positivo es el potencial de la ciencia ciudadana y las aplicaciones de registro de biodiversidad para rastrear las primeras introducciones de una especie exótica invasora en un territorio".
Esta investigación se centró en la diferencia de tiempo que hay entre que se recibe el primer registro de una de estas especies en una base de datos oficial (con observaciones hechas formalmente por personal investigador) y el registro de la misma en una base de datos de ciencia ciudadana. Se analizaron 600 primeros registros oficiales de especies exóticas de 30 países y se comparó con 220 millones de registros de 20 plataformas de ciencia ciudadana populares como eBird, Pl@ntNet, iNatutralist, ArtPortalen y waarnemingen.be.
Se reveló que en el 20% de los casos este tipo de plataformas registraron las especies invasoras antes que las fuentes oficiales, mientras que el 30% lo hicieron en el mismo año. En el 50% restante de los casos fueron las fuentes oficiales las que detectaron primero la presencia de la especie invasora. Por tanto, la ciencia ciudadana se erige como una fuente determinante en la detección temprana de especies exóticas invasoras.
Hubo diferencias entre las especies. Los vertebrados, como mamíferos o aves, fueron más proclives a ser detectados primero por la ciudadanía que los invertebrados o las plantas, que aparecían primero en bases oficiales.
También se pudo comprobar que crear conciencia marca la diferencia: una vez observadas en un país vecino o con mayor popularidad en las plataformas de ciencia ciudadana, las especies también son captadas de forma más rápida por el público, probablemente porque son más conocidas.
Este trabajo evidencia, por primera vez, que la ciencia ciudadana es vital para contribuir a la detección temprana de estas especies y llama a animar a la ciudadanía a contribuir en esta tarea con sus observaciones.
El equipo de trabajo recomienda que autoridades y los sistemas de registro público trabajen mejor juntos, para ello es importante garantizar que los datos fluyan de uno a otro y, para lograrlo, los registros de las personas deben terminar en plataformas de datos abiertos. El artículo concluye con la recomendación a gobiernos de trabajar con las plataformas para asegurarse de que tengan acceso a nuevas tecnologías y tengan los medios para estimular la grabación en áreas relevantes. Porque el trabajo conjunto de instituciones, comunidad científica y sociedad se demuestra más efectivo para afrontar este reto que afecta a toda la sociedad en su conjunto.
Referencia:
González-Moreno et al. 2024. Citizen science platforms can effectively support earlydetection of invasive alien species according to species traits. People and Nature. DOI: 10.1002/pan3.10767