Lo que se ha venido llamando la crisis escéptica de los siglos XVI y XVII ha sido ampliamente reconocido como fruto oportuno de la Reforma protestante impulsado y estimulado, ante todo, por el redescubrimiento de los textos escépticos antiguos particularmente por los escritos de Sexto Empírico. En realidad los argumentos básicos del escepticismo antiguo eran ya conocidos a lo largo de la Edad Media y el florecimiento de la corriente de la duda en el Renacimiento, fue, en esencia, muy probablemente, la reafirmación del compromiso cristiano a largo plazo de la primacía de la fe sobre la razón que evolucionó en respuesta a convulsiones continuas y dramáticas más que como reacción a acontecimientos discretos y controlados.
Una de las figuras más importantes para el escepticismo moderno más temprano fue Michel de Montaigne, considerado el escéptico más influyente del siglo XVI. La presente obra de Manuel Bermúdez Vázquez, editada por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba, defiende que el pensamiento de Montaigne tiene mas afinidad y similitud con la duda de Sócrates y Agustín que con el escepticisimo de Sexto Empírico y que la reflexión del francés sobre la condición humana lo llevó a una concepción del conocimiento en asuntos tanto humanos como divinos más probabilística que verdaderamente escéptica o relativista, sosteniendo que Montaigne creia en la posibilidad de un conocimiento real, incluso si, junto con Sócrates y Agustín, se desesperó de que fuera algo que pudiera conseguirse en vida.
Martes, 18 de Diciembre de 2007 10:58
'Michel de Montaigne. La culminación del escepticismo en el Renacimiento', nuevo libro del Servicio de Publicaciones de la UCO
G.C. - C.M.
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Actualidad Universitaria