El desempeño sexual es un factor relevante para la autoestima de los varones, ya que forma parte de lo que se espera de estos como imagen social: tener siempre ganas, mantener erecciones duraderas y con una potente rigidez, etc. En este contexto, experimentar “fracasos”, “fallos” o “dificultades” con la erección va a afectar a la valoración de sí mismos y a su actuación en futuros encuentros sexuales.

Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una terapia basada en la proteína GnRH que ha mejorado las funciones cognitivas de un pequeño grupo de hombres con síndrome de Down.

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