Una tormenta solar (o geomagnética) es una perturbación temporal de la magnetosfera terrestre, capa exterior que protege al planeta de la radiación y de los rayos cósmicos. Se origina en una erupción solar, que es sucedida por un bombardeo de radiación y una eyección de masa coronal del Sol. Las tormentas solares pueden tener efectos en los circuitos eléctricos y eventualmente dañar a las personas expuestas.
Hace unos días, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, emitió una orden ejecutiva para establecer un plan frente a un evento climático especial como una tormenta solar. El Gobierno federal estadounidense pretende anticiparse a un fenómeno de este tipo. En 1967, tres erupciones inutilizaron los radares de EE UU, en plena Guerra Fría contra la Unión Soviética. En 1859 se produjo la tormenta solar más conocida.