"España es un país ignorante en materia de ciencia y tecnología, y lo peor es que solamente surge el interés cuando alguien hace saltar las alarmas con o sin fundamento". Así de tajante se ha expresado el director de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, Manuel Toharia, a su paso por Corduba 06. El también presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica, ha ido más allá en su valoración "somos - ha dicho- un país absurdo que se lamenta de que no tiene agua y luego tira agua potable por el water".
En este sentido, Toharia, que reconoce que es "difícil luchar contra este lastre educativo", ha anunciado la puesta en marcha de diversas actividades desde la asociación que preside con las que batallar contra esta realidad "terrible para una democracia, porque las personas que viven sin libertad no tienen criterio de elección y esto hay que remediarlo". Para el periodista científico "somos una sociedad amorfa y desinteresada en la que su nivel cultural y educativo no se corresponde con su situación de riqueza económica.
Toharia, que ha abordado en el curso "Gestión de Recursos Radiactivos" el tema de la percepción social de la energía nuclear, ha señalado que el grado de descnocimiento de este tema por parte de los ciudadanos es igual al del resto de los temas científicos y tecnológicos, "absoluto". Para el físico y periodista "no existen razones para temer un almacén de residuos de media y baja intensidad". "Eso - ha puntualizado- no quiere decir que no haya riesgo. El riesgo está en todo, hasta en las cosas más inocuas, aunque yo viviría más a gusto cerca de una central nuclear que de una térmica de carbón".
El principal peligro de la energía nuclear reside en los residuos radiactivos de alta actividad, problema para el que en el momento actual no existe solución, salvo ubicarlos en un almacén temporal a la espera de nuevos descubrimientos que reduzcan el tiempo de vida de estos residuos. Toharia, que acaba de concluir un libro sobre el cambio climático, considera que la energía nuclear no es la única alternativa. Para el director de la Ciudad de las Ciencias de Valencia "hay que apostar por las energías renovables y trabajar en otras soluciones basadas en la eficiencia energética de los procesos".